viernes, 27 de agosto de 2010

Autobiografía en Tercera Persona

Ferguson Mojarra, nació mientras sonaba “La 9º sinfonía” de Beethoven, tras un parto complicado. Fue dado a luz con la ayuda de unos palitos chinos de un mikado, debido a que el único fórceps que tenía el médico se había roto. Su nacimiento se había adelantado un día, debido a que no fue tomado en cuenta que en los años bisiestos se tiene un día de más. El propio alumbramiento se dio en un campo cercano a la ciudad de Libertad, era el tercer hijo de una madre soltera de descendencia británica.

Siendo un hombre de pleno siglo XX, creció en el medio rural a la sombra de sus hermanos Harrison y Morrison, quienes eran más capaces en el trabajar en el campo. Esto llevo a que Ferguson sea visto como la “oveja negra” en la familia. De cualquier manera, esto no afectó en él y siempre se concentro en sus estudios. Tanto que fue alumno destacado al nivel primario y secundario. Sin embargo, conocía a su peor enemigo de toda la vida, a Adolfo Lennon, un gordito que siempre andaba de morral y que a pesar de ser niño tenía bigote desde los cinco años. Este maldito niño fue estigma de Ferguson, y desde jardinera hasta que termino de recibirse de bachiller, tuvo que pagar el tributo diario de su merienda, un “Martín Fierro”.

Característica distintiva de Ferguson fue que a pesar de crecer en el campo del Uruguay, conservó costumbres inglesas de sus antepasados. Nunca se le pasó un té de las cinco, se vistió siempre de manera elegante e intentó pronunciar un español muy correcto, debido a que el inglés, a pesar de todo, no fue su fuerte.

Ya joven adulto, se mudó a la capital buscando escapar al trabajo rural. En la ciudad fue tratado como un “canario del interior”, convirtiéndolo en una persona aún más aislada que antes. Por lo que, Ferguson lo utilizo como una oportunidad para estudiar el comportamiento humano.

Para sobrevivir, ganaba dinero escribiendo cuentos basados en lo que veía, los cuales se lo vendía a niños pequeños o a algún periódico. Aunque de vez en cuando hacía mandados a señoras veteranas que temían salir de su casa. Estas le pagaban con el vuelto recibido de las compras.

Tras leer variados panfletos y libros de historia se convirtió en seguidor de la Escuela Bakuninartiguista. A la vez que cursaba la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, dónde empezó a escribir historias y panfletos revolucionarios hasta su muerte en Chernóbil, cuando intentó calentar un malvavisco en un reactor nuclear. Murió ahogado en merengue.

(Autobiografía de Ferguson Mojarra. Su muerte aún no esta comprobada. Según los críticos, se dice muerto para vender más)

2 comentarios:

  1. Oí por los pasillos de Liccom que ese tal Fergusson ocupó un conveniente y discimulado puesto como profesor de la insufrible catedra de economia y comunicacion... y que fue uno de los promotores de ese maldito torneo clasificatorio mediante el cual se aprueba esa materia que a nadie le interesa...

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