jueves, 29 de julio de 2010

El Colorado de la Plaza

Justo cuando escuchaba “Waiting for the worms” de Pink Floyd, arrecostado al sofá, pensando que sería un día lindo para descansar y no hacer nada, tirarse simplemente a pensar en uno mismo mientras hacia una linda tarde de verano, recibo una llamada a mi celular. “Hey, tengo una promesa interesante para ti”, me levante y fui a ver a esa promesa de la que me hablaron.

Soy Ferguson Mojarra, cazador de talentos. Pero, no me dedico a los talentos del fútbol ni de la música. Me encargo de conseguir talentos políticos. Soy el que recorre el Uruguay buscando a las personas más carismáticas e iniciarlos en la vida política. Yo los encuentro, se los presento a los partidos, y estos por supuesto me pagan el trabajo y cobró un porcentaje de los votos que reciban las listas donde figure mi hallazgo. Yo sé, antes que cualquiera de ustedes, quien va a ser la próxima figura política, yo forje a Wilson, yo amaestre a Sanguinetti, yo le enseñe a Tabaré a crear sus mejores frases.

Y aquí estaba otra vez, en medio de una plaza, esperando ver y distinguir a la próxima figura del Uruguay. Cuando enseguida la note. Era un niño, entre cinco o seis años, con pelo largo y colorado. Llego en bicicleta justo a las siete de la tarde como me habían dicho que siempre lo hace. Luego de dar unas vueltas alrededor de la manzana, estaciono su vehículo y encaro al centro de la plaza con una capa de Batman puesta. Allí se encontraban chicos de su edad y algo mayores jugando al fútbol, él se interpuso en el partido, tomo la bola bajo el brazo y ninguno de los otros niños le protesto. Lo reconocían como líder. Dijo unas palabras y se armó un nuevo encuentro. Fue cuando me di cuenta el por qué de la capa, él era el capitán del cuadro, era el Rey de la plaza. Varias personas de distintas edades lo conocían, todos hablaban de él, era un personaje con carisma.

Una madre de un niño grita que era hora de irse, el chico se iba a ir y fue él, el caudillo de cabello rojizo a enfrentarlo y decirle: “En el fútbol, los de afuera son de palo. Deja que yo me encargo”. Le hizo una señal a la madre para que aguante un ratito, paró el partido y se dirigió a sus compañeros de juego: “el que hace el gol gana”. Así fue.

Atónito a ver todo eso, cuando el Colorado se retiro en su bicicleta con rueditas de la plaza, tomé mi celular, marque un número del directorio y cuando me contestaron dije: “Magurno, tengo la clave del reflote de tu partido”.

domingo, 25 de julio de 2010

Brasilero de campo uruguayo

“Uruguay 1 Brasil 1” del Cuarteto de Nos, era la canción que justo estaban pasando en la FM cuando yo me encontraba por entrar a ese boliche de una pequeña ciudad del interior. Me acode a la barra y pedí una grapa con limón.

En el boliche no habrían más de seis personas sin contar al cantinero. Por supuesto, cada uno cumpliendo su rol en boliche del interior. El dormido en una mesa, bien a lo mamado de antes, que no armaba lío, se agarraban los tales pedos pero no molestaban a nadie, simplemente si les pegaba para arriba decía uno o dos chijetes (“tonterías” para los citadinos de la capital) y se quedaba dormido. También estaban los cuatro que jugaban al truco con muestra, como se debe. Y el que cae a leer el diario o simplemente estar atento a todo. Por supuesto, yo era el que estaba acodado a la barra.

Me parecía raro que faltase el empalagoso. Hasta le iba a preguntar al bolichero, cuando entra un brasilero meta a gritos.

Pidió una grapa y llamó la atención del lugar. “¿No vieron a una mulher, muito bonita, pero muito bonita pasar?”. “Era mí mulher, la estoy buscando”. Hicimos gestos que daban a entender que no la vimos.

De cualquier manera, al brasilero le dieron ganas de quedarse y como buen brasilero con un ego más alto que la Torre de los Homenajes del Estadio, se le dio por contar su día. “Eu me levanté hoje, e no la vi. Entonces la salí a buscar, me cruce kilómetros de campo para llegar aquí, todo caminando.” Empecé a notar a ciertas caras del lugar que ya lo veían mal al brasilero. “Mientras venia para acá, me cruce en el camino con una víbora. Pero eu no le tengo miedo a las víboras, por eso la tome viva y la guardé en el bolsillo”.

“¡No mientas!”, grito un paisano del truco, mientras otros dos le decían que se calmara, y el restante le miraba las cartas. “Eu no miento, mira”. El brasilero metió la mano en el bolsillo, y de repente le cambio la cara a una que expresaba dolor, pero sin sonido. Saco la mano y de su dedo índice tenía a la serpiente prendida. “Que bichito malo” fue lo único que dijo.

Ahí salte yo y le dije que tenía que ir a ver a un médico. Pero el brasilero se negaba, que no era nada. Fue cuando me dirigí al bolichero y le dije que había que llevarlo a un hospital. El bolichero me hizo una mueca de que el se encargaba, se metió a la despensa, y sacó un disco de pasta que colocó en el reproductor. En eso empezó a sonar un relato de un partido de fútbol. Era la voz de Don Solé, relatando los goles del Maracanazó. El brasilero se dio cuenta de ello y se retiro caliente.

Al rato, cayó una mujer, fea pero fea y pregunto si no habíamos visto al marido.

sábado, 17 de julio de 2010

Una pareja y Uruguay entre los cuatro mejores

"Naranjo en flor" era el tango que ambientaba en ese bar, cuando me reuní de pura casualidad con Mercedes Landriscina y Luis Vigil, una pareja del interior que hace poco ya se encontraba viviendo en la capital debido a su edad. Ya jubilados ambos, siempre es bueno tener servicios cercanos, evitar largos viajes que serían si siguieran viviendo en Caracú Quemado. Además, los hijos y gran parte de la familia ya estaban en la capital.

Observábamos como la gente estaba feliz por el buen desempeño mundialista de Uruguay, como los jóvenes esbozaban sonrisas y se enloquecían de alegría con un Uruguay entre los cuatro mejores. Señale por la ventana a un botija con la cara toda pintada celeste y blanco, comente: "Que hermoso sería volver a vivir este sueño de todos desde la fantasía de un joven." Enseguida noté que Luis y Mercedes se miraron y expusieron una sonrisa cómplice.

"¿Qué significa esa risita?". Y ahí me contaron una historia. Todo empezó cuando Espárrago anotaba ante los soviéticos y metía a Uruguay entre los cuatro mejores del mundo en el Mundial de México 70. "Ese día le pedí la mano a Mercedes" dijo Luis. Ella no respondió ese día. Llega el partido en donde Uruguay era derrotado contra el "Mejor Equipo de la Historia", el Brasil de Pelé, Jairzinho, Tostao, Rivelinho, unas fieras. Los llantos de Luis al lado de la radio ese día, pasaron a sonrisas cuando Mercedes de la nada le dijo: "Sí, acepto casarme contigo". La boda, por supuesto, fue realizada el día de la derrota contra la Alemania Federal por el tercer y cuarto puesto.

Ese mismo día eligieron que la Luna de Miel, sería ir a ver a los jugadores cuando regresasen de México. Como no tenían mucho dinero, no vieron Luna de Miel más simbólica que esa. Entonces aprontaron el viaje, tomaron el ómnibus a Montevideo un día antes del arribó. Se quedaron en un hotel y al otro día irían a ver a los jugadores llegar.

Dos horas antes del arribó, tomaron un taxi que lo llevaría a su destino. Luis llevaba su Spica que relataba que la selección ya estaba por llegar. Fue cuando el taxi se detuvo, bajaron y vieron poca gente. Pensaron que se debía a que no vinieron con la copa, por eso no habrían tantos seguidores. La Spica empezó a relatar la llegada del plantel, Luis y Mercedes miraban para todos lados pero no veían a nadie. Todo muy quieto. Mientras la radio decía: "He aquí los players que llegan con un honroso cuarto puesto, lo vemos pasar por la aduana del aeropuerto".

Fue cuando a la pareja les cayó la ficha, ellos habían ido al esperarlos a puerto.

miércoles, 14 de julio de 2010

¿Paranoico?

Escuchaba tranquilo la canción “We Are The World” de Michael Jackson, cuando se daba la alarma de que la gripe porcina entraba en el Uruguay. Ese problema que al parecer era algo lejano, tanto que lo más cerca que podíamos tenerlo era México, había llegado a este país pequeño, libre de aftosa.

Ya no hay caso, el mundo se nos va de las manos. Claramente veo como estuvo a punto de suspenderse las clases y realizar un Toque de Queda en donde nadie, absolutamente nadie pueda salir para evitar contagiarse y contagiar. A punto estuvimos de realizar un estilo de paro general que casi arruina nuestra débil economía y nos dejaba en bancarrota como nación. Siendo solo los comerciantes de tapabocas los que aprovecharían la situación para hacerse ricos y convertirse en la clase dominante de nuestra sociedad.

Y saben quiénes son los culpables de esto, los terroristas. Son ellos los que inventan estas bombas para tirar y matar gente. Sí, Sí, son ellos. Como tienen perdida la cabeza. Cada vez es más sorprendente la maldad del ser humano.

¡Ojo! No es lo mismo este ataque de los terroristas con el del 11 de setiembre. Aquel no fue tal, en verdad fue el gobierno estadounidense que mato a su propia gente para después poder atacar y quedarse con el mundo. Además de que en ese momento probaron un ataque aéreo, pero ahora tienen una nueva arma que genera terremotos y fue clarito que la probaron en Haití.

Pero igual, los peores son los europeos. Porque tienen una mezcla de los dos, atacan con un virus (que igual se les fue de las manos) para extinguir a todas las personas en el África y después quedarse con sus recursos. ¡Exacto! Los europeos soltaron el virus del SIDA en el continente negro para eliminar por completo a toda su población, ¿por qué creen que el 50% de la gente africana sufre de SIDA? Porque el maquiavélico plan está resultando.

Bueno, ahora mejor cierro la boca. Hay mucha gente nueva en mi ciudad y esas caritas me miran mal. Deben ser enviados del servicio secreto soviético. Sí, la caída de la URSS es toda una mentira, van a volver, van a volver más poderosos que nunca.

No lo olviden, calienten el agua antes de usarlas. La actual Intendencia está poniendo productos químicos para que la voten. Les hace la cabeza, ¿por qué creen que no dura nada un calefón en Libertad City? A mí no me vengan con el cuento del sarro.

domingo, 11 de julio de 2010

Para ser Espía: "Cultura Mundo"


Escuché "Judy is a punk" de los Ramones, y no sé por qué, me acordé de O.G. Peninball Paiva (1873-2003). Agente secreto de la CIA hace varios años, tal vez, el más grande de todos los tiempos. Lo más seguro que no lo conozcan, lo que quiere decir que hizo su trabajo bien. Varias veces operado para verse joven y congelado en la segunda guerra. Entre sus hitos fue quien entreno a James Bond y Mata Hari (exnovia), dividió Checoslovaquia, encontró a Mussolini, a Wally y el talento de J. K. Rowling, además de evitar la guerra civil argentina de los ´90 (Peronistas vs. Peronistas, no se conoce el hecho, porque lo evito).
Un “Maestro del Disfraz”. Fue tan bueno que hasta creo un método actoral, en el cual explicaba como enrolarse en el personaje. Cuando lo invento, estaba en una misión con el nombre: Stanislavski. Era tan bueno, que engaño a los propios masones, integrando una logia sin ser invitado. Para entrar en el personaje, estudiaba la cultura con la cual coincidía el perfil.
Su fin llega de la manera menos pensada. En una misión buscando desbaratar un plan católico-terrorista-jesuita (que consistía en la destrucción del Castillo de Piria en Uruguay, por sospecha de que allí se realizaba Magia Negra Tupamara Republicana Legal) tuvo que contactarse con los líderes terroristas haciendo pasar por Osvaldo Jorge Pérez Washington; un paisano tradicionalista mercenario de derecha.
Su contacto con los malhechores tenía que ser llevado a cabo en una pequeña localidad. Libertad, era el punto acordado, más específicamente en un bar céntrico. La hora pactada era las 17, pero nuestro espía llega a las 18 para no levantar la sospecha de que no era uruguayo. Los tres terroristas católico-jesuitas y Peninball se sentaron en una mesa contra la ventana. En la primera media hora, no se hablo más que del Maracanazo, Gardel, la vuelta ciclista y de las tradicionales divisas. Para más tarde pasar a una partida de truco (con muestra), dónde nuestro espía gana con inteligencia y hasta conociendo las señas del mismo; cabe decir que tenía un “bastillo” bajo la manga.
La cosa venía bien, pero O.G. Peninball Paiva cometió el único error en su vida. Llega el mozo preguntando que se iban a servir los señores. Los terroristas pidieron un whisky, una grapa con limón y un vino lija. Nuestro espía, con la intención de seguir pasando desapercibido como un oriental más, señala al mozo y ordenó:
-Un mate... con hielo
Lo fulminaron con un Rémington en ese mismo momento.

miércoles, 7 de julio de 2010

El problema del Football


Mientras sonaba “Feo, Fuerte y Formal” del cantante español Loquillo, me disponía a buscar unos papeles que necesitaba. Los había dejado todos juntos en un lugar fijo en el living de la casa, los fui a buscar y no estaban. Me enloquecí, los busque por todo alrededor sin éxito. Me rendí y le pregunte a mi vieja si ella los había sacado. “Sí” fue la respuesta, los había sacado porque en ese lugar no quedaban lindos. ¡MALDITA SEA LA ESTETICA! Vamos a la realidad, lo lindo no es lo mejor. Las cosas hay que usarlas por lo práctico, no porque se vea bello.

Ahí, damas y caballeros, está el problema del fútbol. Hoy en día no hay jugadores, hay maricones que pellizcan la pelota en vez de darle con el siempre efectivo “puntazo”. Está demostrado que desde que apareció el mercado del fútbol, ha desaparecido el buen fútbol. Todo esto por culpa de jugadores como el inglés Beckham, tipo que no salta a cabecear por no despeinarse, tipo que no corre por miedo de que se le entrevere el perfume con el sudor. Ya desde ahora lo digo y ya lo han dicho anteriormente, los grandes jugadores de antaño o eran feos o se veían feos.

Los jugadores jóvenes de hoy le dedican más tiempo a pasarse la planchita que a la práctica del remate con el empeine. Promesas que podrían llegar a grandes cosas arruinan su carrera por querer ser lindos. Por eso propongo: a los futuros cracks quitarle de la concentración los perfumes, afeitadoras, acondicionadores, cremas para el acné, gel, etc. Y en el caso de que por esas cosas de la naturaleza se vean bendecidos por la belleza física, hacerle crecer el bigote. Advierto esto porque luego de pasar los 23 años el jugador se pierde, si no se le empieza a tratar desde antes terminaremos con otros Rubén Olivera, Horacio Peralta, Nicolás Vigneri.

Un alto, un grito de desprecio, una advertencia de posible atentado contra jugadores que arruinan al fútbol como fútbol, y a cambio nos entregan esas pasarelas en campos verdes. Un muy gritado mátenlos a: Beckham, Figo, Raúl, Guti, Ballack, Torres, D´Alessandro, Márquez, José Paolo Guerrero, Sergio Ramos, Gago, Gilardino, L. Figueroa, entre muchos otros. Tipos que hacen creer a la gente que juegan bien porque son lindos. ¿Cómo logran esto? Gracias a que todos los dirigentes y técnicos están comprados por las marcas deportivas para que pongan a jugar a los lindos en los puestos en que se destaca el jugador (volante ofensivo o delantero) y ponen en los puestos de golpeadores al primer feo que pase por enfrente de la casa del contratista, tipos que no tienen ni idea ni motricidad para practicar tan bello deporte. Estos son los casos de Silva Cantera, “Ruso” Pérez, D. Tomassi, “Marito” Álvarez, etc.

Párense dando el más fuerte de sus aplausos para los jugadores feos pero lindos. Esos tipos que no le importa la moda, que no le importa el vello facial, ni su hedor, esos jugadores que son capaces de hacerse el peor corte de pelo que le queda horrible, esos que se dejaban el bigote al estilo Jorge Guinzburg, esos que no se arreglan la dentadura, esos que no le importa que se note la accidental quemadura sufrida de chico. Esos, esos verdaderos futbolistas porque no le importa cómo se vean físicamente pero sí que queden bien con la pelota en los pies, que quede bien la jugada, que se gane a lo lindo. Un fuerte aplauso para los: T. West, Jay Jay Okocha, Pablo García, Rivaldo, Puskas, Vampeta, Tevez, Schubert Gambetta, Riquelme, Diego Dorta, Gullit, Higuita, Garrincha, Valderrama, Biyik, F. Rincón, J. Nasazzi, Rocha, Sócrates, Pele, Zamorano, Etcheverry, Alexis Lalas, entre muchos verdaderos grandes del fútbol mundial.

domingo, 4 de julio de 2010

¿Y si se lesionaba Forlán?

Me acosté a dormir con “Las cuatro estaciones” de Vivaldi, tarde en la noche. Luego de ver el informativo en donde mostraban que el plantel uruguayo que nos representa en esta Copa del Mundo se había ido un ZOO, a jugar con los animales, tocar a los leones chicos y todas esas cosas que hacen los famosos que por ser famosos tienen libre acceso.
En una de esas muestran a nuestra figura, goleador, diez, delantero, ambidiestro y “Dios”, Diego Forlán. El rubio se encontraba jugando con dos cachorros de leones con una pelota de football. Una linda pelota que acá debía salir un huevo y la tenés guardada en tu cuarto porque no querés que se rompa jugando en el hormigón. ¿Dónde quedaron los campitos?
Hasta que en un momento, uno de esos leones pequeños, se paso de rosca y ataco a nuestro jugador, mordiéndole y prendiéndose con sus poderosas y jóvenes garras en la gamba derecha de Forlán. Sacándole un pedazo.
Tras el hecho, la prensa internacional se enloqueció... ¡y ni te digo la uruguaya! Todos pidieron la cabeza de Tábarez por la mala idea de llevar a los jugadores a ese paseo como bien maestro de escuela, en vez de hacerlos practicar football.
Se acercaba el partido con México y a todos se nos había caído abajo el ánimo. Miraríamos el partido desde el Uruguay con las banderitas y pancartas que decían: “Fuerza Diego”. Ese día, el encuentro arranca en simultaneo con Sudáfrica y Francia. Para peor, nos llegaba la noticia que Francia salió a jugar con tres puntas, sus tres goles y que el “Puma” Anelka seria el portero. Ya no les importaba el mundial.
El minuto a minuto desde el otro partido, era desalentador. El primer tiempo ganaba Sudáfrica seis a cero. Mientras que nosotros empatábamos en tablas, y los chicanos como buenos traidores no querían empatar, por más que clasificáramos los dos, y salían a atacar.
Cerca del final del partido, Sudáfrica ya llegaba a las dos cifras de goles y deseaba que se convirtiera alguno en nuestro partido. Pero hasta ahí, entre Muslera y Lugano, nuestro arco seguía invicto.
Fue cuando faltando un minuto para el cierre, el “Ruso” da un mal pase atrás y deja mano a mano al Guille Franco contra el arquero celeste. El mexicano va a definir y le pega espantosamente a la pelota yendo a las manos de Muslera. Pero la en-jabulani, hizo un extraño efecto que se le escapa al meta uruguayo. Suavemente parecía entrar al arco, todos nos agarrábamos la cabeza, los chicanos empezaban a gritar, las vuvuzelas a sonar...
Y me desperté de la pesadilla.