sábado, 17 de julio de 2010

Una pareja y Uruguay entre los cuatro mejores

"Naranjo en flor" era el tango que ambientaba en ese bar, cuando me reuní de pura casualidad con Mercedes Landriscina y Luis Vigil, una pareja del interior que hace poco ya se encontraba viviendo en la capital debido a su edad. Ya jubilados ambos, siempre es bueno tener servicios cercanos, evitar largos viajes que serían si siguieran viviendo en Caracú Quemado. Además, los hijos y gran parte de la familia ya estaban en la capital.

Observábamos como la gente estaba feliz por el buen desempeño mundialista de Uruguay, como los jóvenes esbozaban sonrisas y se enloquecían de alegría con un Uruguay entre los cuatro mejores. Señale por la ventana a un botija con la cara toda pintada celeste y blanco, comente: "Que hermoso sería volver a vivir este sueño de todos desde la fantasía de un joven." Enseguida noté que Luis y Mercedes se miraron y expusieron una sonrisa cómplice.

"¿Qué significa esa risita?". Y ahí me contaron una historia. Todo empezó cuando Espárrago anotaba ante los soviéticos y metía a Uruguay entre los cuatro mejores del mundo en el Mundial de México 70. "Ese día le pedí la mano a Mercedes" dijo Luis. Ella no respondió ese día. Llega el partido en donde Uruguay era derrotado contra el "Mejor Equipo de la Historia", el Brasil de Pelé, Jairzinho, Tostao, Rivelinho, unas fieras. Los llantos de Luis al lado de la radio ese día, pasaron a sonrisas cuando Mercedes de la nada le dijo: "Sí, acepto casarme contigo". La boda, por supuesto, fue realizada el día de la derrota contra la Alemania Federal por el tercer y cuarto puesto.

Ese mismo día eligieron que la Luna de Miel, sería ir a ver a los jugadores cuando regresasen de México. Como no tenían mucho dinero, no vieron Luna de Miel más simbólica que esa. Entonces aprontaron el viaje, tomaron el ómnibus a Montevideo un día antes del arribó. Se quedaron en un hotel y al otro día irían a ver a los jugadores llegar.

Dos horas antes del arribó, tomaron un taxi que lo llevaría a su destino. Luis llevaba su Spica que relataba que la selección ya estaba por llegar. Fue cuando el taxi se detuvo, bajaron y vieron poca gente. Pensaron que se debía a que no vinieron con la copa, por eso no habrían tantos seguidores. La Spica empezó a relatar la llegada del plantel, Luis y Mercedes miraban para todos lados pero no veían a nadie. Todo muy quieto. Mientras la radio decía: "He aquí los players que llegan con un honroso cuarto puesto, lo vemos pasar por la aduana del aeropuerto".

Fue cuando a la pareja les cayó la ficha, ellos habían ido al esperarlos a puerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario