miércoles, 15 de septiembre de 2010

La muerte del Amor

Una vez más escuchaba “Changes” de David Bowie, desparramado del calor en la cama. El día anterior había sido de cruel invierno, frío, nublado, ventoso, lluvioso, por lo que me había acostado con varias mantas en la cama, pero por supuesto desnudo. No puedo dormir con pijama o cualquier otra ropa, soy muy liberal. Pero, recapitulando, me había abrigado de ropa de cama para amanecer con una temperatura elevada que me mostraba sudoso, pegajoso y mereciente de un baño. Cosa que hice.

Tras el baño, viche el diario y prestando más atención al pronóstico del clima en los próximos días. Daban muy buen clima, sol y altas temperaturas, en fin, muy veraniego. Al parecer el crudo, cruel invierno, había llegado a su fin. Pero, esperen… No había primavera.

Eso era un problema y empecé a hacer lo que mejor sé hacer como un uruguayo para resolver mis problemas, quejarme ante las autoridades buscando respuestas al caso y ya de paso un aumento en el sueldo para los desempleados o empleados que no van a trabajar.

La respuesta se hizo esperar, pero pronto conseguí que por cadena televisiva uno de los científicos más grandes del país y reconocido a nivel internacional (del cual por supuesto, nadie recuerda el nombre, porque no ha ido al programa de Tinelli) diera la explicación calificada a la falta de primavera. Para no sorpresa de todos, la explicación se debía al nuevo cuco de los últimos tiempos desde que el agujero de ozono fue derrotado por el Capitán Planeta, hablo del “Calentamiento Global”.

Luego, de dar el problema, tiro las distintas soluciones bla bla bla. Pero lo interesante fueron las consecuencias del calentamiento global que muchos dejábamos pasar por alto, pero sobretodo, la referida a la muerte de la primavera.

Con la muerte de la primavera, muchas especies de animales morirán debido a que copulaban en esta época. De cualquier manera, lo peor es que a quien afectaría claramente sería al ser humano, porque sin primavera sería el final del Amor con mayúscula. Con el final del Amor, el apocalipsis de los poetas y artistas sensibles, la población mundial se verá disminuida en un 55% debido a que los jóvenes no cometerán errores propios del estado de estupidez que conlleva estar enamorado. Por el lado de las mujeres, se harán las difíciles más que nunca.

De por sí, lo peor será para la gente sensible como yo. Esa gente que sabremos que el término “Amor” solo podrá ser usado como palabra de relleno en obras literarias y solo tendrá un verdadero significado en el ámbito del football.

Devuélvanme mi primavera. El poder es suyo.

3 comentarios:

  1. Pah... Nunca lo había pensado por ese lado. Buen descubrimiento. ¿Qué vamos a hacer sin primavera? ¿Qué será de las flores? Estoy totalmente alarmado bo... Va a ser un cambio positivo para los alérgicos crónicos, porque la primavera es su infierno.

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  2. Muy bueno. Hasta para los fanáticos del pegajoso verano, la primavera es un mal necesario. Pero para nosotros (hablo en nombre de la gente cursi), es vital.

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  3. Apelemos a la racionalidad del ser humano en cuestiones amatorias y reproductivas.
    (Merde! Nos sobrevivirán las cucarachas)

    Gran imagen para explicarle al Dr. Da Silveira que cornos es una cucharita.
    Buen blog, con su permiso lo voy a seguir.

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