jueves, 30 de septiembre de 2010

Vieja Burocracia

“We started nothing” de The Ting Ting sonaba en mis auriculares antes de que se gasten las baterías. Una vez así, los retiré de mis oídos. Me encontraba viajando en un ómnibus metropolitano por Montevideo y estábamos por pasar frente de la cruz que recuerda la llegada de Juan Pablo II a Uruguay.

Fue cuando una vieja empezó hablar sola y en voz alta. “¡No puede ser! ¿Cómo van a poner una estatua de un Papa negro bajo la cruz?”. Uno de los que viajaban le intento explicar: “No señora, mire, es negra por los materiales de la cual esta hecha”. “Deberían pintarla” prosiguió la vieja, “Es espantoso que sea así, una falta de respeto a su santidad”. “Bueno, señora, vaya y haga su queja”. “Eso voy a hacer” dijo por último la mujer y se bajo en la próxima parada.

Yo ese día no tenía nada que hacer y se me dio por seguirla, a ver que hacía. Fue hasta el edificio presidencial, entró y se puso a esperar que la atendieran. Luego de seis horas, le pidieron que saque número. Sacó y volvió dos días después.

Soy de esos que quiero saber como termina todo, así que también me aparecí ese día. Tras horas esperando, la atendió un tipo. Cuando la vieja le explicó su queja, el funcionario le dijo que debió ir al piso 4, no a esté. En el 4 le paso lo mismo, la enviaron al 6, de ahí al 7, del 7 al 3 y cuando completo todo el edificio, le dijeron que debía presentar su queja en la intendencia. Ya para todo esto, habían pasado unos días. En la intendencia estaban de paro, así que perdió un día más. Luego de una semana, le atendieron y le dieron un número para la otra semana. A la semana, le dieron un formulario que debía presentar otro día, o sea, debía sacar otro número para la otra semana. Cuando lo hizo, le dijeron que la queja debía ser presentada en el Ministerio de Obras Públicas. De allí, la mandaron al BPS, del BPS a la DGI, de la DGI a la OSE... a la Séptima de Libertad... a Antel... a ANCAP... a UTE... a ANEP... de nuevo a la intendencia, donde luego de varias horas haciendo cola, cuando la llamaron no respondía, estaba tiesa, sin pulso...muerta. Muerte por causa natural, o sea, murió de vieja.

1 comentario:

  1. Se pensó que haciendo eso, Juan Pablo II le iba a enviar más vida desde el cielo.
    En fin, en su mente está la idea de que para ser santo no podés ser negro.
    Abrazo, Facu.

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